El manejo de lo Real siempre trae confusión al implantarlo en el discurso. El mismo no permite tener una posición completamente clara. A su merced te relanza de manera constante a considerar una neutralidad que sea benevolente. De tal manera se propone así el título del ensayo ya que el mismo tratará de abordar lo Real. Ya lo planteaba Dolto en su conversación con Lacan en la conferencia sobre Lo simbólico, lo imaginario y lo real: “Llegamos todo el tiempo a – ¿qué es lo real? -, y todo el tiempo nos escapamos de eso” (1953). Esto puede ser un anticipo a lo real en la estructura del lenguaje. Por lo tanto, advertidos en esto, solo queda continuar. ¿Cómo explicar lo Real de la topología del sujeto y lo real de la estructura del lenguaje en sus respectivas relaciones con lo simbólico y lo imaginario? Es necesario que, antes de tratar de responder la pregunta, la bordeemos. Hay lo Real con mayúscula y lo real con minúscula. Cada uno de estos dos significantes ubican la trayectoria de desarrollo de Lacan al tratar de explicar y materializar lo que queda por fuera de lo simbólico e imaginario. Lo Real. Es así que, a lo largo de sus seminarios Lacan intenta darle un cuerpo, una topología, antecedentes y propósito a lo Real.
Entonces, se empezará abordar lo real con minúscula. Lacan, en su conferencia de 1953 sobre Lo simbólico, lo imaginario y lo real intenta traer en su discurso lo que significa lo real. Intenta hacer un aproximado, un bordeado mediante lo simbólico y lo imaginario. En lo que dicta su conferencia no hace referencia a lo real directamente. Pero, lo interesante es que en el espacio de preguntas es sorprendido con la siguiente afirmación del Dr. Liebschutz: “Usted nos ha hablado de lo simbólico, de lo imaginario. Pero había lo real, del que usted no ha hablado” De manera fabulosa responde Lacan: “No obstante, he hablado un poco de él. Lo real es, o la totalidad, o el instante desvanecido” (1953). Después, lo relaciona con el silencio del analista dentro de la experiencia del análisis. Sin embargo ¿Por qué es fabulosa la respuesta de Lacan? Al parecer Dolto y Liebschutz no se dieron cuenta que cuando Lacan dice que habló un poco de lo real es porque es lo poco que él ha logrado rescatar del mismo. “O la totalidad, o el instante desvanecido” dice Lacan. Es lo “poco” que se ha podido bordear sobre lo real en la estructura del lenguaje porque al fin y al cabo la conversación que se tiene en la conferencia es lenguaje, es significante. Entonces ¿Cómo usas los marcos de referencia para explicar algo que no depende de un marco referencia, sino que se encuentra fuera del mismo? Lacan lo que hace es abordar lo simbólico y lo imaginario en la conferencia del 53 para después decir: “ya, ahí no es lo real”. Luego, trata de darle una ex – sistencia planteando que lo real está en el silencio del analista. ¿Qué es el silencio del analista? El silencio puede ser un significante, puede significar algo, pero precisamente, el silencio del analista, dentro de la experiencia de análisis es un fuera de referencia. Se puede pensar que un paciente cuenta toda una situación problemática en donde al terminar de hablar espera alguna indicación por parte del analista, sin embargo, lo que recibe es silencio, no recibe referencias, el paciente ya agotó sus referencias por eso va al analista, pero lo que recibe de él es silencio, el analista hace enfrentar al paciente a un mundo sin símbolos con su silencio, lo deja nadar en la nada, con la esperanza de que surja algo de lo nuevo en el propio paciente. No sería descalabrado pensar que lo “poco” de Lacan sobre lo real en la conferencia fue en realidad lo total.
Pero, si lo simbólico e imaginario permiten cernir poco incluso menos que poco, un saber sobre lo real ¿Por qué se sigue tomado la misma vía? Chemana y Vandermesrch (2010) plantea en su diccionario del psicoanálisis lo siguiente:
Según J. Lacan, lo real sólo se define con relación a lo simbólico y lo imaginario. Lo simbólico lo ha expulsado de la realidad. No se trata de la realidad ordenada por lo simbólico, llamado por la filosofía -representación del mundo exterior-. Pero vuelve en la realidad en un lugar donde el sujeto lo encuentra bajo la forma de algo que lo despierta de su estado ordinario. (p. 579).
Lo interesante de la cita es que se le da a lo simbólico un papel activo para encontrar lo real. No es sin lo simbólico ni lo imaginario que se puede tener alguna coordenada de lo real. Además, agrega que algo despierta al sujeto de su estado ordinario, ese algo puede ser el silencio del analista. Sin embargo, es necesario afirmar que ese “algo” muchas veces está disfrazado por la realidad simbólica, no se lo reconoce, ese “algo” es una dimensión indeterminada que sólo se sabe que se ubica en algún lugar de afuera en el mundo del objeto, pero no es el objeto. Al fin y al cabo, es la duda de Dolto y Liebschutz.
Ahora, ¿cómo acércanos más a lo real, cómo salir un poco de la teoría y de la hipótesis? Lacan en su seminario 22 sobre R.S.I logra hacer un armado topológico de lo real como respuesta a una materialización a lo que muchas veces lo simbólico y lo imaginario no logran explicar. El trauma, la repetición, “el mal encuentro”, el goce, las regresiones, la angustia, la vida, etc.
Si a lo largo de varios años, Lacan a través de sus seminarios mencionaba de manera breve pero continua lo real para así llegar de a poco materializarlo, esto no fue sin éxito. Por ejemplo, en Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis en 1964. Lacan establece que lo real es lo que vuelve siempre al mismo lugar que, aunque el sujeto busque dicho lugar, no lo encontrará. En el capítulo 5 de Más allá del principio del placer propone una relación de lo real con el pensamiento que se encarna en la repetición, en el automatismo. Deja claro que el sujeto repite, pero repite porque está inmerso en lo real que se caracteriza por no ser encontrado, por escapar a la captación del pensamiento.
Es así que Lacan a lo largo de 30 años hace un trabajo de materialización que termina en un cuerpo topológico. De lo real a lo Real. ¿Qué se quiere decir con esto? Lo Real existe o mejor dicho ex – siste. Aunque el sujeto no lo encuentre, o tropieza con él, es porque este lugar existe de alguna manera y sostiene lo simbólico. Por lo tanto, el cuerpo topológico de lo Real se concretiza en los tres registros unidos, pero no homogeneizados por el nudo Borromeo.
Lacan obtiene la oportunidad de explicar lo Real de la topología del sujeto mediante el nudo borromeo. El nudo borromeo se presentifica en el registro imaginario, sin embargo, los tres registros se mantienen juntos gracias a la materialidad -real- de su anudamiento. ¿Qué es esto? Lacan en su seminario 22 sobre R.S.I en 1974 plantea que lo Imaginario se sitúa por una puesta en plano, dicho de otro modo por una reducción de lo Imaginario, pues está claro que lo Imaginario siempre tiende a reducirse por un aplanamiento, que es sobre eso que se funda toda figuración (p. 13). Es decir, por medio de lo imaginario, del aplanamiento, de un cuerpo, es que busca una topologización. Y aquí es cuando Lacan comienza a armar los registros entre sí. El a de lo Imaginario, lo Simbólico con su sentido y el goce con lo Real. Propone figuraciones de lo Real en tanto que participa del imaginario del sentido que es gozar de la vida. Se aproxima a Freud y se agrega a su cuerpo topológico la Inhibición en lo Imaginario, la Angustia en lo Real y el Síntoma en lo Simbólico, pero con un mayor alcance epistémico tratando de darles antecedentes y propósitos al combinarlos y fijar un orden.
Por otro lado, lo que interesa en este ensayo es lo Real en sí. Ese Real que nos invita a una neutralidad benevolente, que nos obliga a la docta ignorancia. El significante como soporte de lo simbólico permite marcar la castración simbólica, esta misma marca permite poner un marco de percepción de la realidad. Lo curioso es que con el asentamiento de lo simbólico se ha instaurado al mismo tiempo la noción de lo real.
Lo que se quiere decir es lo siguiente: En el principio de todo existía sólo lo Real, pero al existir el sujeto deviene lo Simbólico, se pone un marco, se ponen referencia, se crean significantes, sostenes de lenguaje, fronteras de significantes para protegernos de la angustia de lo Real. Se supo de la existencia de lo Real cuando se puso la frontera de lo Simbólico en el aplanamiento de lo Imaginario. Lo que Lacan halló en un principio fue lo real por medio de lo simbólico e imaginario, en fin, lo impensable. Con el nudo borromeo restituye lo impensable a un Real con mayúscula, a una clínica de lo Real. “La especificidad de esta escritura borromea está en que permite demostrar materialmente la existencia de una estructura que se sostiene en algo irreductible para siempre a lo simbólico, pero ligado a él” (Chemana & Vandermesrch, 2010, p. 582). Esto en tanto que lo Real es lo irreductible, es lo imposible, su valor se eleva a una dimensión totalmente independiente de la que solo a los sujetos les conviene su ligazón a lo simbólico para poder ubicarlo. Lacan descubre lo Real.
Por último, a modo de conclusión, vale la pena imaginar una dimensión en donde lo Real no anude. En donde solo fuera la palabra y el cuerpo. ¿Se solucionarían todos nuestros problemas? ¿Qué pasaría si todas las ecuaciones estuvieran resueltas? ¿Qué situaciones causaría si el equívoco no interfiriera? Ya lo dijo Viktor en la serie Arcane: “Solo quedaría campos de soledad sin sueños. No hay premio para la perfección. Solo el fin de la búsqueda”. Seríamos una especie de inteligencia artificial donde a todo le haya respuesta. Un Dios solitario. No habría espacio para el no – saber. Seríamos condenados a ser perfectos. Lo Real sin duda nos hace sujetos.
Chemana R. & Vandermersch B.,(2010) Diccionario del Psicoanálisis. Buenos Aires, Amorrortu editores.
Lacan, J. (1953). Lo simbólico, lo imaginario y lo real. Disponible en: https://www.lacanterafreudiana.com.ar/2.5.1.4%20%20%20LO%20SIMB,%20LO%20IMAG%20Y%20LO%20REAL,%201953..pdf
Lacan, J. (1974). Seminario 22 R.S.I . Disponible en: https://e-diccionesjustine-elp.net/wp-content/uploads/2019/10/RSI.pdf