Infidelidad y lealtad

Este escrito comparte cierta particularidad. Se ha escrito sobre la infidelidad, existen poemas, novelas, historias, obras y narrativas sobre ello. A tal punto que la infidelidad se la ha llegado a posicionar en una situación de extrema nocividad. Y eso es precisamente lo que llama la atención. El acto de la infidelidad no es algo que se justificará aquí, sin embargo, si interesa darle una posición crítica. No solo afirmar y consentir el engaño dentro de una relación romántica-marital sino plantear la pregunta ¿por qué se es infiel? 

Es evidente que muchas veces las personas que sufren un engaño extramarital o de pareja les cuesta hacerse esta pregunta, es difícil claro está, pero es una pregunta necesaria frente un imaginario colectivo que propone que la infidelidad en una pareja amorosa esta por sentada. Por otro lado, agrego el significante de la lealtad para contrastar la infidelidad. De manera que, intento separar ciertos actos de otros. ¿Qué es infidelidad? ¿Cuándo se es infiel? ¿Qué tiene que ver la lealtad aquí?

Entonces ¿qué es infidelidad? Primero recopilaré en un concepto los varios dichos enunciados sobre la infidelidad: Infidelidad es aquel acto “profundo” o importante que se haga con alguna persona que no sea tu pareja actual. Porque se escucha decir a personas que si lo disfrutas o las pasas bien con otra persona que no sea tu pareja puede proponerse como infidelidad.

Ahora, según Michelle Janning, profesora de sociología en Whitman College, Washington, Estados Unidos, que se especializa en roles sociales, familia y relaciones, dice para la BBC New Mundo que la creencia de que uno puede ser infiel emocionalmente es un concepto relativamente moderno.

Esto es interesante porque la sociologa propone el significante “emocionalmente”, por lo tanto el terreno a cuestionar cambia mucho, porque ¿Qué son las emociones? Se sabe naturalmente que las emociones tiene de innato su naturaleza no fija. Es decir, no siempre se puede estar en el mismo estado emocional. Si la infidelidad se desarrolla cuando nace una conexión emocional importante con alguien que no es tu pareja, de una manera que cruza una línea sin necesariamente volverse física, por lo tanto, siempre se es propenso a ser infiel. 

Pero ¿existe una linea? ¿se le puede trazar una linea a lo emocional? Si siempre se es propenso a ser infiel por la naturaleza de las emociones ¿Qué tipo de linea se le puede poner a esto? Pienso que es ahí cuando se produce las diferentes respuestas sociales o mejor dicho las reglas dentro de la relación. “Esto me gusta” “Esto no me gusta” “No puedes comer con otro chico o chica” “No puedes bailar con otra persona” “Solo puedes viajar conmigo” “Solo yo puedo ser tu confidente” etc.  Ahora ya se asoma algo de la prohibición, algo de la ley. Esto nos introduce a la lealtad pero antes se seguirá bordeando sobre la infidelidad. 

Si bien se piensa que la infidelidad se traduce al placer emocional que se puede sentir con otra persona que no sea tu pareja, este placer emocional debe producirse en algun lugar y ese lugar no es otro que el cuerpo.

El cuerpo entra como agente tras vestidores. Lo propongo asi porque lo que esta detrás de las emociones precisamente es el cuerpo. Las emociones se hallan en lo que se denominaría psique. El cuerpo se diferencia de la psique sin embargo, es el cuerpo el lugar en donde la psique buscará manifestarse. Lo que me interesa resaltar aquí es la importancia del cuerpo.

Es asi que Chemana Y Vandermersch tienen un concepto interesante sobre el cuerpo desde lo imaginario – simbólico de Lacan. Ellos resaltan que el cuerpo esta atravesado por la investidura libidinal parental que es indispensable para la constitución del cuerpo propio donde al mismo tiempo interviene dimensiones como el yo (moi) y narcisisimo. Lo relevante de esta cita que traigo es que los autores proponen el término investidura libidinal. Es como si el cuerpo se creara a partir de la acción de otros. ¿Qué quiere decir esto? A partir de los cuidados de otros, a partir de la mirada de los otros, del amor de los otros, del odio de los otros, de la indiferencia de los otros, ect. El cuerpo se constituye por otros.

Estos “otros” proponen constantemente significantes. De esta manera es que Chemana y Vandermersch resaltan en la teoría de Lacan el “cuerpo de los signficantes”. El cual dice que designa el conjunto de los significantes conscientes, reprimidos o forcluidos de un sujeto así como su modalidad general y singular de organización. Esto quiere decir que las palabras que constituyen a un sujeto pueden haber sido dichas desde antes del nacimiento del sujeto.

Así mismo Chemana y Vandermersch explican que: 

Cuando se quiere insistir en el impacto de la palabra sobre el cuerpo, se dice más bien que el cuerpo es hablado. […] el sujeto emite una palabra que, como tal, es palabra de verdad, una palabra que ni siquiera sabe que emite como significante. Porque siempre dice mucho más de lo que quiere decir, siempre mucho más de lo que sabe decir.

Ahora ¿para que todo este recorrido? Aquí va la propuesta. Se puede pensar que la infidelidad es una cuestión del cuerpo. ¿de donde nace esta idea? Se escucha de varias personas, sobretodo mujeres, que justifican la infidelidad -en este caso sexual – de su pareja con dichos como: “Son solo ganas”, “Pero no la ama”, “Yo no estuve dispuesta asi que ya defogó”, “Es hombre”, etc. Todos estos dicho aluden a algo de lo físico, de lo corporal. Cuando se le pregunta a los hombres corroboran estos dichos y aseguran que no hay emociones de por medio. Pienso que no es del todo cierto.

El haber explicado el concepto de infidelidad y la cuestión del cuerpo no es sin propósito. ¿Se tendría que justificar la infidelidad solo por ser una cuestión de “ganas”, una cuestión de cuerpo? La respuesta ya no es tan sencilla si sabemos que el cuerpo ocupa una posición importante en la constitución del sujeto. Si el cuerpo es investido libidinalmente podemos conjeturar que tambien puede ser investido por emociones. Entonces, este proceso no le corresponde solamente a los primeros años de vida, es estructural y por lo tanto es así como “funcionamos”. 

Lo que se intenta decir es que siempre somos suceptibles a hacer investidos por emociones, por otras emociones, es una cuestión de cuerpo, es estructurante, se es cuerpo de significantes y eso significa ser constatemente hablados. Por lo tanto, relacionarse y ser suceptibles a otras personas, a las emociones que  quieren trasmitir daría como resultado -eso si, contigente- el hecho de conectarnos profundamente. Es decir, la infidelidad es por estructura.

Por lo tanto, ¿aún se puede justificar la infidelidad? Si. Si la causa pero no sus efectos. ¿a qué me refiero? El ser conscientes de la conexión emocional con otra persona es justificado, por lo explicado anteriormente, somos seres de relación, seres de identificación, de lazos y emociones, sin embargo, precisamente el ser conscientes de aquello nos puede “prevenir” de sus posibles efectos que se pueden traducir en consecuencias en las relaciones humanas.

Ahora, tambien se busca proponer que la dicotomía infidelidad – fidelidad sea disuelta. El recorrido epistémico hecho anteriormente busca dejar afuera el significante fidelidad para remplazarlo por lealtad. De ser necesario, si la infidelidad es realizar una conexión emocional importante con otra persona que no es tu pareja, entonces ¿la fidelidad sería realizar una conexión emocional importante con tu pareja actual? Simple no puede ser. ¿A qué se es fiel en una relación marital si se tiene en cuenta que el cuerpo como las emociones no son fijas? Dado la naturaleza de las emociones, el sujeto busca constantemente realizar conexiones emocionales con otras personas que dependiendo de los actos pueden determinarse si son importantes o no. Entonces ¿será posible qué la solución radique en que las parejas tienen que ir formando varias conexiones emocionales “profundas” entre sí a lo largo del tiempo para no ser infieles? Se piensa que no.

La negativa a la pregunta anterior es porque colocaría a los integrantes de la relación en una posición avallasadora y totalizante entre si. No se propone lo contrario respecto a la formación de conexiones emocionales a traves del tiempo, pues son innegables. Una pareja pasa por varios sucesos dependiendo las condiciones materiales a las que pueden estar sujetas como casarse o no, tener hijos o no, comprar una casa o no, etc. Sin embargo, estas condiciones que producen actos no son las únicas situaciones en las que las personas pueden participar de una conexión emocional importante.

Se puede pensar en las conexiones emocionales que surgen en el trabajo, en algun hobbie después del trabajo y asi. La cuestión propone que existe la posibilidad que la conexión o las conexiones emocionales importantes con una sola persona no son garantía de que no se cree otras conexiones emocionales importantes. Por lo tanto, se propone la lealtad. No se pretende dejar del todo afuera a la fidelidad pero si de la dicotomía tradicional antes mencionada.

Siendo así, ¿Qué es la lealtad? Según la Real Academia de la Lengua la lealtad es el cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor. Si bien la fidelidad actua dentro del terreno emocional, la lealtad no. No se profundizará en la dimesión psiquica de la lealtad pero se dirá al respecto que si la lealtad busca como garantía el cumplimiento de la ley, el super yo freudiano entra en escena. Y entra como imperativo a que se cumpla la ley. Esto como se ha abordado en otros escritos implica una profunda relación primitiva con los cuidadores. El significante lealtad encontrará su fuerza en la ley del super yo. De esta manera, los acuerdos entre pareja, “la comunicación positiva”, el respeto entre sí son las simulaciones de actos antiguos.

Se propone con mucho ahinco que exista estos acuerdos entre pareja, pues fortalece la fidelidad en la relación. Los “contratos de pareja”, la palabra en el cuerpo hecha ley es más fuerte que nombrarse solo como “conexión emocional importante” y no porque no sea relevante sino porque desde ahí no se empieza a fundamentar de manera clara una dinámica relacional de pareja. ¡Las cosas claras! como se dice por ahí.

Finalmente, no se propone la lealtad y sus elementos como garantía para erradicar la infidelidad, asi no funcionan las dicotomias, una no excluye a la otra. Sino que forman una realación dialéctica en donde se producen un entorno más digno en la pareja. Esto es agrosso modo que las parejas se den cuenta que la infidelidad esta propensa a ser actuada por el dominio emocional que encuentra su lugar en el cuerpo y que esto convoque de manera radical a relaciones extramaritales y que la lealtad actúe como una especie de prevención ante dichas situaciones, sin más que recordar que la lealtad como apremiante de la ley encontrará su fuerza en la manera en cómo ésta este inscrita en los cuerpos. 

BBC New Mundo., (2022, 23 octubre). Qué se considera exactamente infidelidad emocional y qué efecto puede tener en una pareja. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/vert-fut-63213914

Chemana R. & Vandermersch B.,(2010) Diccionario del Psicoanálisis. Buenos Aires, Amorrortu editores. 

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